
Actuar en consecuencia de suponer que las cosas tienen un sentido es suponer que existe Dios y que además puedes entenderlo. Es obviar la posibilidad extra: aquella que te permite plantearte que las cosas también pudieran “funcionar” en otro orden o en cualquier estado de desorden. Sé que es más cómodo no hacerlo. Supongo que es más fácil llevar puesto un reloj que leer a García Márquez. Es ruin y perezoso, aunque si no fuera porque no estás aquí y el sueño, poco a poco, me quita de encima la inactividad de la vigilia, jamás te diría esto.
A Sara (la que no busca)

Gracias, directores, por explicarme la película (aunque a la tercera vez no la entendí). Por ser, sin saberlo, pájaros, piedras o personajes de cuento. A veces es necesario andar para demostrar el movimiento, leer un par de best-sellers y comerte la boca con tus congéneres (con los guapos).
Gracias por enseñarme tanto. Gracias, gilipollas.
A Libertad y Salva (los que ya han encontrado)

Es bueno saber que no estás solo. Es bonito ver la panera llena de estrellas, a veces.
A Ismael (el que busca)

No estoy muy seguro de saber qué significa nada de lo anterior, por tu culpa. Ni de lo siguiente.
A Clara (la que no sé dónde está)
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